Ser inmigrante en tu propio mundo. Programa Cruz Roja Refugiados

Malena Carmen Aparicio, Laura de Dios y Elena Díaz

Nuestro reportaje pedagógco se ha centrado en el colectivo de las personas refugiadas. Este colectivo se encuentra en esta situación, debido a que por circunstancias ajenas han tenido que huir de sus respectivos países hacia otros nuevos, principalmente más desarrollados, como son los de Europa occidental. Normalmente huyen por guerras, por persecuciones, por ideas políticas o religiosas y por encontrarse en conflictos violentos.

Con este colectivo, en Palencia, especialmente trabaja la Cruz Roja, que tiene un programa de protección internacional, en el que se da asilo a todos aquellos a los que se les concede una situación legal para poder estar en nuestro país un determinado tiempo.

El programa cuenta con dos fases. La primera, está centrada en la acogida de estas personas, tanto en sus instalaciones como en la nueva sociedad a la que llegan; en la tramitación de toda la documentación necesaria para regularizar su situación; y, se les proporciona temporalmente un hogar(compartido) para que puedan comenzar su vida. En la segunda fase, antes de cumplir los 18 meses en el país, se dedican a su formación y a la búsqueda activa de empleo, además de comenzar a buscar una vivienda a su nombre. En general, podemos decir que el programa se centra en su socialización en la comunidad y en la gestión de la documentación que necesitan para residir aquí.

En este centro de la Cruz Roja, nos encontramos a una educadora y a un trabajador social. El trabajador social, desempeña el papel de poner en orden todos sus trámites legales y de validar su situación en el país. En cambio, la educadora social, enfoca su trabajo en la creación de un vínculo mucho más cercano con estas personas, acompañándoles en sus actividades cotidianas y en la búsqueda de trabajo y vivienda. También se les ofrece la confianza y cercanía que demandan cuando llegan a un país como España, diferente a lo que están acostumbrados, dónde no conocen nada y en muchas ocasiones no comprenden las rutinas y costumbres culturales.

Esta experiencia ha sido muy enriquecedora para nosotras, tanto para nuestros estudios como para nuestro enfoque profesional, pues conocer un programa de intervención desde dentro te acerca más a la práctica y es más fácil comprender nuestra futura profesión.

Malena Carmen Aparicio, Laura de Dios y Elena Díaz

Grado de Educación Social. Curso 1º. Facultad de Educación de Palencia. Universidad de Valladolid