Las poblaciones indígenas son un tema que tiene una gran importancia actualmente, por toda la carga cultural que tienen, tanto por el lenguaje como por la variedad y complejidad del mismo y la relación que mantienen entre pueblos, también por cómo se relacionan con su entorno desde el respeto. Por eso, a continuación, vamos a hablar sobre Perú, donde hay dos zonas muy diferenciadas, la de la selva y la de la sierra.
La educación que se vive en la sierra peruana está caracterizada por ser autoritaria con prácticas de línea militar y con gran sentido nacionalista, tiene castigos y métodos tradicionales; por otro lado, los profesores tienen condiciones de trabajo precarias y mal remuneradas, es una profesión que no está valorada socialmente.
En Perú las lenguas oficiales son el español y el Quechua. Esta última tiene varios dialectos, tan diferentes entre sí, que apenas se entienden entre pueblos; el reto es que deje de ser un país multicultural y pase a ser un país intercultural. Hay muchos conflictos entre poblaciones, que se explican, en parte, por el gran sentido de pertenencia de cada uno, quieren reivindicar su comunidad y sus tradiciones, lo que les lleva al conflicto, olvidándose de que todos quieren lo mismo. En materia de comunicación bilingüe intercultural (EIB) ha habido grandes avances para una educación en lengua materna: en 2002 se aprobó la primera ley de educación intercultural bilingüe.
En Perú hay profesores que están preparados y otros que no, el problema es que se eligen a nivel estatal y no saben su destino, por lo tanto puede que no manejen la lengua de su destino, lo que dificulta el ejercicio de su profesión. Las escuelas son multigrado, la pizarra se divide en la cantidad de cursos que hay y se da clase a los distintos cursos en distintos tiempos.
Las escuelas en la sierra son muy disciplinadas, las personas son reservadas y las diferencias de género son brutales. Las dificultades son el multigrado, el castigo, la diferencia de género y las metodologías tradicionales, las bajas temperaturas, las responsabilidades en el hogar que tienen todos los niños por lo que a veces son absentistas y las infraestructuras: en una clase con varios ordenadores, si se encienden tres, se consume la luz de toda la escuela, por lo que tenían que elegir el día para usarlos.
En la selva amazónica la educación y la forma de dar clase es opuesta a la de la sierra. El futbol tiene mucha presencia, todo gira alrededor del campo de futbol. Las comunidades de la selva son diferentes a las de la sierra, en ambas hay un líder que dirige la comunidad, pero en la selva el papel del docente es más relevante que en la sierra, y la mayoría de los casos el docente habla la lengua de la comunidad. La escuela de la selva no tiene cristales por lo que se cuelan muchos animales sobre todo mosquitos y no hay tanta diferencia entre géneros como en la sierra. En la selva trabajan con materiales manipulables y por equipos, las metodologías son totalmente opuestas a las de la sierra.
Toda esta información la hemos obtenido el pasado 13 de noviembre de 2018 en un seminario organizado por Ágora de educación, impartido por Roser Grau (Universidad de Valencia, España). A parte de toda la información también tuvimos unas experiencias prácticas para acercarnos a la realidad de las escuelas peruanas, pero, sobre todo, para romper estereotipos.