En este trabajo hemos aprendido el funcionamiento real de un centro de menores y la función que realiza la figura del educador social dentro de ese ámbito de intervención. “Los Manzanos” es un centro de menores infractores con medidas de convivencia en grupo educativo, se trabaja con menores por medidas judiciales por violencia en el ámbito familiar(considerada violencia doméstica en el código penal)que no superan los 2 años.
El centro es de titularidad de la Junta de Castilla y León y de gestión de la mano de Fundación Grupo Norte y se corresponde con un centro de internamiento en régimen semiabierto con condiciones terapéuticas en los casos que lo requieran.
Los educadores sociales son muy diferentes a lo que se piensa de su figura complementaria, el trabajador social, cuya función es más burocrática que de acción directa con los usuarios. Los educadores tienen que ser personas cercanas a estos menores, pero sin perder el papel que tienen de autoridad y de resocialización de sus educandos.
En numerosas ocasiones es pensado por las familias que los educadores sociales son aquellos que se van a llevar a la fuerza a sus hijos con fines negativos tanto para el menor como para la familia. Por otro lado, la sociedad piensa que estos menores una vez salen de estos centros no es posible la reinserción en la vida laboral, familiar, social, etc., ya que se les trata como deshechos sociales. Por suerte esto está lejos de la realidad, pues muchos menores infractores llegan incluso a cursar estudios superiores una vez salen de estos centros y desarrollan una vida totalmente normalizada.
Para finalizar, la entrevista con el profesional del centro en cuestión ha sido muy beneficiosa para nuestra experiencia dentro del mundo de la educación social. Nos ha hablado de multitud de cosas en las escasas horas que estuvimos conversando con él, acerca de varios puntos sobre la entidad, sus programas y, más en concreto, el educador social en este tipo de centros. La persona en cuestión fue muy cordial y cercana a nosotros y no tuvo problemas para hablar de ningún tema de los que le planteamos.
Esperamos repetir en el futuro experiencias similares a ésta.
María Girón, Rodrigo Revilla y Javier Santamaría