Cómo preparar adecuadamente el futuro desde la Universidad

¿Te has dado cuenta de que para ejercer cualquier profesión se exige hoy un título específico? ¿Sabes que en la “Sociedad 3.0” tener un título ya no es suficiente para mantener su empleo ante la movilidad vertical y horizontal? ¿Te has planteado cómo empoderarte para afrontar con éxito las sucesivas actualizaciones del conocimiento que el mercado laboral de las sociedades tecnológicamente avanzadas y globalizadas de la próxima “Sociedad 4.0” exigen?

Seguro que cursar alguna carrera nos entrena en la tarea de aprender para sacarse títulos cuyas competencias, un tiempo después, precisan actualización. Pero no todo el mundo empieza y finaliza una carrera a pesar de disponer de una adecuada capacidad intelectual, suficientes recursos económicos, voluntad y determinación. Pues esas potencialidades no bastan para que una persona escape a la frustración que resulta del “quedarse en blanco” después de horas de estudio, de la ansiedad ante los exámenes, del fracaso en las notas y de la incertidumbre ante el futuro que nos parece infeliz.

A continuación, le presentamos algunas sencillas pero imprescindibles prácticas para afrontar el aprendizaje con calma y adquirir progresivamente capacidades útiles para el éxito en cualquier etapa de formación seria que implique un estudio teórico fuera del aula.

  1. El espacio

Elegir espacios adecuados, es decir exentos de distracciones. Eso permite mantener la atención en la tarea. Para eso conviene eliminar estímulos (televisor o radio encendido, atender comunicaciones telefónicas como leer y contestar mensajes, etc.) sucesibles de captar parcial o totalmente la atención.

Por espacio se entiende también el tipo de aeración que haya entorno a quien esta estudiando. Pues un lugar templado es adecuado, siendo molestos los muy fríos y muy caliente que suelen generar cansancio y sueño cuando falta el equilibrio térmico entre el cuerpo y el ambiente.

  1. La postura corporal

Las posiciones del propio cuerpo pueden generar dificultades en la tarea de estudiar aun cuando el espacio está adecuado. Adoptar posiciones inadecuadas (encorvada, tumbada, los ojos por debajo del papel, mirar oblicuamente al papel, estar de pie, sentarse en el suelo, sentarse con las piernas dobladas, etc.) genera cansancio por emplear de forma abusada a una parte del cuerpo de forma que el cerebro estará atendiendo tanto la acción del estudio como la parte del cuerpo que se encuentra perjudicada.

La iluminación es también un factor determinante en el mantenimiento del frescor de la mente durante la lectura. La iluminación tanto insuficiente como fuerte cansa la vista y esta afecta la eficacia del cerebro. Así conviene elegir una iluminación adaptada a la calidad de sus ojos. La luz ha de caer sobre el papel, nunca sobre los ojos. El frescor del cuerpo exige también que el estomago sea ligero por lo que para estudiar bien se debe tener cuidado a no hacerlo hambriento (debilita la acción de concentración lectora) ni con la barriga llena (genera sueño).

  1. El tiempo

¿Sabías porque nunca se sobrepasan los cincuenta minutos de clase? Pues el cerebro humano del adulto no llega a mantener viva la atención en la misma actividad más allá de ese tiempo como los niños más allá de los treinta minutos. Si has observado bien, todos los profesores de la universidad, al rebasar los cincuenta minutos de clase, introducen alguna broma en el aula o piden a los estudiantes salir durante cinco minutos. Oxigenar el cerebro es muy determinante en la tarea del estudio sobre todo cuando se estudia en silencio.

Así cuando estudies cualquier sea el lugar donde lo hagas, tómate un descanso de cinco a diez minutos después de cada cincuenta minutos. Cuidado a las prolongaciones ya que después de un descanso de diez minutos habrás olvidado algo de lo que acababas de leer y necesitarás empezar de nuevo y perder tiempo. Cuando habrás estudiado durante entre dos y tres horas, conviene que tengas una actividad recreativa de entre veinte y treinta minutos que no exija concentración mental pero sí que te obligue mover el cuerpo.

La buena gestión del tiempo se controla cuando creamos una rutina y así se acomoda el cerebro. Por eso, observar un ritmo de vida con horario y horas de sueño (ocho seguidas al día) y preferentemente por la noche, resulta exitoso para estudiar ya que nos evita cansancios y perturbaciones en el funcionamiento psíquico.

  1. Materiadeestudio

Serán unas pocas las personas que pueden concentrarse durante más de dos horas estudiando la misma materia. Por eso, rebasado ese tiempo, conviene cambiar materia para evitar el aburrimiento, sobre todo cuando se trata de una materia que nos cuesta asimilar. Para eso estará bien que, cuando no frecuentas clases como durante el periodo de preparación de los exámenes, que hagas tu propio horario de las materias metiendo las más exigentes las horas que tengas la mente fresca.

  1. Lamemoria y asimilación

Aunque se desaconseja un estudio mecánico de los contenidos, nunca te olvides de memorizar los términos técnicos de una asignatura, aunque los tendrás que explicar con tus propias palabras en un examen. Recuerda que la memoria te servirá siempre de ayuda para darte la base sobre la que argumentar y cuando te falle seriamente ni te acordarás del contenido de la síntesis que haces para preparar tu examen.

La asimilación consiste en entender y guardar o apropiarse lo aprendido de forma que lo puedes explicar con tus palabras y en cualquier idioma que dominas. Lo que has asimilado no te costará ilustrarlo fácilmente con ejemplos de tu elección. Un ejercicio de asimilación puede ser que, después de una lectura, contestes la pregunta: si alguien me preguntara qué he aprendido sobre este tema, ¿cómo se lo resumiría con pocas palabras y sin tecnicismos?

Tenemos que recordar que estas prácticas no son mágicas sobre todo cuando falta perseverancia, dominio del idioma y capacidad de respetar sus propias decisiones y planificaciones.