“Te echo de menos”. Esta canción me recuerda a la situación más típica de los universitarios. Esto muestra el gran paso que damos cuando salimos de casa para irnos a estudiar aquello de lo que queremos vivir en un futuro, aquello que nos gusta y que nos hace felices. Dejamos atrás nuestra ciudad, familia y amigos y nos vamos a vivir a una ciudad diferente con personas que no conocemos de nada. En ese momento empezamos a valorar todo lo que antes teníamos tan cerca que a veces lo infravalorábamos.
En este momento nos damos cuenta de lo importante que es par a nosotros nuestro entorno y el gran apoyo que supone la familia y amigos. Empezamos a echar de menos lo que un día echábamos demás, como es la familia, cuando de adolescentes deseábamos irnos para ser “libres”. Pensamos en cuantos “te quiero” no decíamos y ahora lo decimos cada vez que hablamos con ellos a distancia. Cuantos abrazamos no habíamos dado y ahora cuando los vemos no los soltamos.
El echar de menos nos hace más fuertes, cada experiencia nos ayuda, nos aporta, nos hace libres y maduramos. Por mucho que dejemos atrás, si de verdad estaba, siempre va a estar, independientemente de cuantos km nos separe, y esto es lo que realmente nos hace seguir adelante. Con esto quiero expresar cómo somos los jóvenes, y es que, hasta que no experimentamos, no nos damos cuenta de las cosas, pero esto también es una forma de aprendizaje. Ojalá todo el mundo tenga la oportunidad de salir y ver mundo. Ojalá tengan la oportunidad de encontrar su hueco en la sociedad. Ojalá sentirnos libres siempre.