La parábola de Esopo: El granjero, su hijo y el asno relata el recorrido que hace un granjero y su hijo junto a su asno para llegar al mercado. En dicho trayecto estos se iban encontrado a diferentes grupos de personas los cuales criticaban su forma de actuar, por lo que iban modificándola según las críticas que recibían para intentan agradar a todas las personas. Esta tiene un mensaje moral como enseñanza: “Aquel que a todos quiere complacer a nadie acaba por satisfacer”. Considero que es una idea que todas las personas deberían de asimilar para poder actuar y ser “nosotros mismos” en cualquier momento sin miedo al rechazo y sin dejarnos influenciar por el resto de personas, complaciéndonos a nosotros mismos, siempre y cuando respetemos a los demás ya que a veces nuestra forma de actuar, ser o pensar gustará a unas personas y otras veces a otras. Siempre vamos a encontrar personas en contra de nuestros principios y si intentamos dar por el gusto a todos no vamos a satisfacer ni a ellos ni a nosotros mismos, no hay que tener en cuenta las críticas y hay que permanecer en nuestras ideas sin dejarnos condicionar por los demás, ya que el ser humano tiene tendencia a criticar todas las situaciones que difieren de su manera de pensar.
Esta es una idea que he tenido presente siempre en mi vida. Mi familia y conocidos más cercanos han comentado muchas veces actitudes y comportamiento que he tenido desde que era muy pequeña defendiendo mis principios e ideas y no dejarme influenciar por el resto de personas, saber lo que quiero y lo que no desde pequeña hasta ahora es una de las características de mi personalidad que más me gustan y me siento orgullosa de mi cada vez que me recuerdan una de esas anécdotas.